martes, 15 de marzo de 2011

Háblame de tus sueños




Hay algo que no percibo de ti y son tus sueños ¿No tienes sueños o es que no quieres hablar de ellos? Cuando alguien quiere ser sincero explica sus miedos pero los sueños son más íntimos y más interesantes. Ah! Y me refiero a los sueños de verdad, no a los deseos. Si me quieres regalar tu vida, dame tus sueños.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos tenemos algun que otro sueño, o muchos, o infinidad de ellos...
Lo bello es compartirlos

Ernesto Líneas dijo...

Para Oso cavernario, con los ojos bien abiertos

¿Y dónde van los sueños cuando despiertas? ¿Te has dado cuenta los pocos que recordamos? ¿Y quién recordará los nuestros?

Un beso o cuarenta y cinco ya, estos si los podemos compartir ;)

Anónimo dijo...

No me seas perezoso!!!
El sueño es el inicio--->fantasia---->ilusión----->deseo---->acción.
La perseverancia se alimenta con el deseo, la motivación y la fuerza.
Cuando percibimos ese deseo, esa necesidad de realizar "YA" es cuando todo empieza.
No es necesario recordar un sueño, es mejor luchar por conseguirlo y si te quedas por el camino te compensa el haberlo intentado con todas tus fuerzas.
Quien recordará los nuestros????... quien nos acompañe en la lucha :)

wwooowwww cuarenta y cinco besossss me encanta y tanto que los podemos compartir y cuarenta y cinco mas!!!!!

Ernesto Líneas dijo...

Para Oso cavernario, voy a necesitar algo más que viagra para dejar el pabellón bien alto

Lo malo es que yo me acuerdo de todos: los realizados y los que no ¿Compensa? Te lo diré cuando haga el balance final... si es que puedo llegar a hacerlo. De momento me quedo con tus ánimos y optimismo.

Anónimo dijo...

Toma y yo también me acuerdo de todos. Y cuando creemos que alguno no compensa talvez no era tan importante.
Pues yo de momento me quedo también con mis animos y esfuerzos para lograrlos. Soy demasiado obstinada, cuando falte el optimismo lo pintaré :)

Ernesto Líneas dijo...

Para Oso cavernario, los colores del lienzo

Siempre que oigo hablar de compensaciones me viene a la memoria el cuento de la "Zorra y las Uvas": nunca llegó a alcanzar las uvas ¡claro, como estaban verdes!