jueves, 2 de septiembre de 2010

Nudo



Se había hecho un auténtico nudo. Cuanto más caminaba por aquellas líneas sinuosas enlazadas más se ligaba. El tupido entresijo que formaban aquellos surcos amenazaba con ahogarle y lo peor, no recordaba como había llegado a esa situación.

Decidió pedir ayuda antes de que fuese demasiado tarde.

Alguien dio con un extremo de la línea principal y empezó a estirar de ella. Con mucho cuidado por si provocaba el efecto contrario al deseado. Poco a poco la línea fue cediendo hasta llegar a un punto en que Él pudo estirar del otro extremo de la línea principal. Entonces la operación fue mucho más rápìda y sencilla.

Entre los dos estiraron con fuerza de las puntas hasta dejar una línea recta de tal longitud que no se podía ver el final por ninguno de los dos lados. Ni tan siquiera era posible divisar a quién le había ayudado. Se puso a caminar por aquella línea recta en su búsqueda convencido de lograr su propósito.