miércoles, 27 de abril de 2011

Un día cualquiera


Finalmente he decidido ir al médico por lo de la torcedura del tobillo. No es que me entusiasme pasarme por la consulta del traumatólogo (o de cualquier otra especialidad) pero no quiero quedarme cojo y con mi edad, si no te cuidas, corres ese riesgo. En realidad si vas al médico te expones a que te encuentre peor de lo que crees estar o te diagnostique alguna enfermedad que no esperas. Así que ya que he decidido visitar al doctor voy a ir preparado para que me corte el pie y me diga que me quedan cinco días de vida,  siete con suerte. Vamos lo justo para saber cuál es el resultado del partido de vuelta de la semifinal de la “champions” Barça-Madrid. Y si no voy a llegar le pediré, le suplicaré, le exigiré que me mantenga vivo, incluso artificialmente, pero no quiero viajar al “otro lado”  sin saber qué equipo llega a la final. No sabría de qué hablar en el más allá.