miércoles, 23 de marzo de 2011

Me voy a la doctora



Estar enamorado y enfermar es lo mismo. Al menos eso afirman una serie de sesudos sabios que no tienen otra cosa que hacer. Dicen que hay muchos que sufren por estar enamorados y no son correspondidos.

Entonces ocurre que, el estado de ánimo producto de la desilusión en no ser correspondido, se puede considerar una enfermedad y sus síntomas son el insomnio, la falta de concentración, irritabilidad, depresión y una extrema sensibilidad.

Esos "sabios", comparan el comportamiento de los enamorados -desde el tiempo de los griegos hasta la fecha- con el de quienes han padecido una enfermedad mental.

Dicen que, el amor, ha estado ampliamente ligado a lo que se llama históricamente locura. Por esto, para él la frase "estar loco por amor" iría más allá de una simple cursilería de canción romántica. Se trata de un problema subdiagnosticado y que se confunde con otras enfermedades.

Muchos consultan porque no pueden hacer frente a la intensidad del amor, han sido desestabilizados por un enamoramiento profundo o sufren porque su amor no es recíproco.

Además de los síntomas ya mencionados, describen que el estar enfermo de amor hacen volverse a uno o una maniáticos y tener comportamientos obsesivo compulsivos, tales como una preocupación excesiva por chequear los mensajes de texto en el móvil o los correos electrónicos. En casos más extremos, esto podría incluso, dicen, llevar a un suicidio.

Y yo me pregunto ¿ Podemos realmente morir por tener el corazón roto?. La falta de esperanza es como un pozo del cual es muy difícil escapar y está repleto de soledad. No se ve ninguna salida y puede llegar a tal nivel de desesperación que simplemente quieres morir.