jueves, 31 de marzo de 2011

Dueño de las palabras



Vuelvo a ser el dueño de las palabras,
Vuelven las caricias confusas
Los sentimientos tupidos
El deseo incierto,
Retorna la ilusión...dormida.
De nuevo estoy lúcido…
Y tan solo como entonces.
Me cubren de pétalos de silencio.
Y sin embargo penetro en la tormenta.
Me refugio en el balanceo de su calma.
En la dulce amargura de no poder llorar.
No hay nada extraño, ni eterno, ni sustancial,
En realidad todo estuvo en mí,
Todo nace hoy, como siempre,
Otra vez.
Huelo el agua, el Amor ahogado.
Y sencillamente me duermo.
Sin esperarte, ni odiarte, ni lamentarte.
Y vivo.
Sin sufrirte, ni llorarte, ni desafiarte.
Recupero las palabras
Y descubro con tristeza...
Que no tengo nada que decirme.