martes, 18 de enero de 2011

¿Dónde pongo mis manos?


Esta tarde he estado en el dentista es decir, uno de aquellos lugares dónde un@ paga por pasarlo mal. Pero a mi hay algo que me incomoda más que el abrir la boca en posición antinatural para que me metan un taladro y confiar en la pericia del que lo introduce. Hay algo que me hace sentir peor que los pinchazos de la anestesia y que se me quede la cara, la lengua y los labios como el corcho. Es algo que soporto menos que el ridículo que siento cuando el dentista de turno, me hace cualquier pregunta cuando estoy con la boca abierta y balbuceo un idioma imposible. Podría soportar todos esos inconvenientes sino fuese por lo mal que lo paso estirado en la camilla. No puedo con ello. Son tan estrechas que nunca sé dónde debo colocar brazos y manos, así que acabo -dada la longitud de los mismos- poniéndolas en mi entrepierna, encima del sexo y eso conlleva un riesgo importante. Si, es peligroso porque, cuando el dentista está en plena actuación taladrando mis dientes, la tensión que me produce me da por apretar - inconscientemente- con mis manos lo que hay entre las idems es decir, los testículos (los míos). Menos mal que cuando baja la tensión, sube el dolor en la zona "intramuslar" y eso hace retroceder el apretón testicular. Pero bueno que a uno se le queda un dolorcillo que ríase Ud. del de las caries con el agravante que, si se va muy a menudo al odontólogo, la zona se resienta y acabe reventándose. Terror me da el imaginarlo.