jueves, 24 de marzo de 2011

El Amor, ese matiz




“Cuando te enamoras es una locura temporal, irrumpe como un terremoto y luego remite. Y cuando remite tienes que decidirte. Tienes que averiguar si vuestras raíces se han entrelazado de tal forma que es inconcebible que podáis separaros; porque en eso consiste el amor.

El amor no es ansiedad, no es excitación, ni el deseo de copular a todas horas del día, ni quedarse despierta toda la noche imaginando que él está besando todo tu cuerpo. No, no te sonrojes, es la verdad, eso es solo estar enamorado y cualquiera puede convencerse de que lo está, el amor en si es lo que queda cuando la pasión se ha consumido. No parece emocionante ¿verdad? Pues lo es...”

(La mandolina del capitán Corelli, monólogo interpretado por John Hurt)

Andaba buscando en “La Red” la autoría del anterior párrafo y me ha costado un buen rato saber de qué lugar provenía. No es que el monólogo no haya sido reproducido en páginas, webs, blogs, glups, redes sociales, lugares de contactos y similares, lo que ocurre es que casi nadie pone el origen. La razón de esa ocultación –como tantos otros datos que no circulan en “La Red”- es sin duda el atribuírselo. Y es que las palabritas en cuestión son un gancho inapreciable para cualquier galán en trámites de conquista de hembra con ganas de ser seducida. Digo o escribo “hembra” porque quién las utiliza son, en exclusiva, varones y digo o escribo “con ganas de ser seducidas”, porque una comprobación en google como la que he hecho yo le hubiese informado de que los sentimientos expresados por su galán son un plagio. Y si sus sentimientos son un plagio, toda la parafernalia amorosa que lo acompaña y que nos causa tanto placer, también lo son.

Pero ese axioma falla estrepitosamente cuando se vive en carne propia. Porque aunque las palabras del cortejo amoroso sean siempre las mismas o parecidas; aunque en los besos poco se pueda innovar cuando ya se tiene una práctica acreditada; aunque el protocolo cuando haces el amor con sus caricias dirigidas a las zonas sabidas, o el calor del aliento recorriéndote la espalda, o la transmutación del lenguaje en monosílabos o simples gemidos que alcanzan su volumen más elevado en el culmen del orgasmo, sean semejantes a las que vivimos anteriormente o a las de nuestro vecino, aunque repitamos día a día la monotonía del amor, nos parecerá una novedad si lo compartimos con la persona adeacuda. Tal vez porque el amor sea un matiz. El matiz que nos hace ver lo afín como diferente.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Un matiz o varios de ellos.

Y si, yo también creo que se debe averiguar si las raices se han entrelazado...

Beso

Ernesto Líneas dijo...

Para Oso cavernario, experta jardinera

Pues existe un libro excelente que te lo recomiendo. Se llama "Jardinería elemental en técnica forense" Lo escribe una tal Sherlock Holmes.

Otro beso para ti.

Anónimo dijo...

Vaaaaya no sabia que Sherlock era femina y menos que existiera un libro con ese título.

Lo del libro creo que no lo voy a leer, pues ya poco mañosa soy con la jardineria (y que conste que riego, abono, mimo y hablo como buena jardinera debe), imaginate forense.

Y lo de Sherlock ahi si que saldremos de dudas, le voy a escribir al secretario a la "Abbey National" (dicen que las responden todas)

Anónimo dijo...

Matizando, qué bien escribe ud. cierro la bouche y le dejo un beso.

Fascinante la imagen...

Ernesto Líneas dijo...

Para Oso cavernario, diseccionando los pistilos

¡Que suerte tienes de poder hablar con las plantas! Yo, a lo sumo, con quién puedo hablar (y lo malo es que me responden) es con capullos... :(

Para calma, con besos contradictorio

Pensaba que los buenos besos se daban con la boca abierta... o entreabierta. Pero bueno, no le voy a poner yo encima pegas a alguien que me enjabona tan bien :

Anónimo dijo...

Después de tanto tiempo de verdad piensas que es jabón lo que te doy?, pues lo siento, no es lo que pretendo, realmente admiro como escribes y lo manifiesto. Un beso con lengua, para no contradecirme ((guiño).

Ernesto Líneas dijo...

Para calma, lenguaraz

La verdad es que yo llevo siempre a los besos la lengua. No se me ocurre salir a la calle sin ella, no vaya a ser que tenga que improvisar alguno en el camino ;)

Unknown dijo...

Dí que sí! Tú siempre preparado,con amor o sin amor entrelazado, los besos siempre con lengua!!!!Aunque a mi, personalmente, me gustan también los de comisuras y los suaves y tentadores mordisquitos labiales.
Uno de estos para ti.

Ernesto Líneas dijo...

Para María, con un repertorio oscular impresionante

Si, si y por si acaso si alguna vez me cruzara o cruzase contigo llevaré, además de la lengua, los dientes con sus correspondientes encías, los labios con sus comisuras y todo, las glándulas gustativas, el paladar, la campanilla para que vibre alegre cuando llegue allí la lengua... Ah!! Y el cuerpo entero para no perderme ni una de las sensaciones de esos besos tan suaves y tentadores ;)

Otro de los míos para ti.