lunes, 6 de diciembre de 2010

La chica que me gusta (día uno)



Ha sido un auténtico flash. Un flechazo instantáneo. Andaba camino de la óptica cuando me la he encontrado tras los cristales de aquella tienda. Es alta y estilizada. Morena de cabellos largos y unos infinitos ojos negros que me cautivaron al instante. Sonreía. Sonreí. Entré en el comercio sin dudarlo venciendo la partida a la timidez. Bastaron dos palabras para que aceptase venir conmigo. Ahora la tengo en casa, junto a mí. ¡Por fin encontré a la mujer de mis sueños!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que gran esmero le puso cupido en ese "flash".....efectivo, fulminante!!! :)

Ernesto Líneas dijo...

Para Oso cavernario, esmerado comentario

Presiento que sabes mucho de eso... ;)