Hacía mucho tiempo que caminaba en círculo. Tanto tiempo llevaba haciéndolo que siempre dibujaba una circunferencia perfecta e igual a la anterior.
Siempre el mismo radio.
Siempre el mismo diámetro.
Siempre el mismo círculo.
Casi sin darse cuenta imprimió mayor velocidad a su carrera hasta que llegó un momento en que su anverso tocó a su reverso y éste a aquél.
Llegaron a confundirse de tal manera que tropezaron y cayeron formando un nudo del que tampoco estaba muy seguro de poder salir.
3 comentarios:
Los caminos en círculo no llevan a ningún lado, que bueno que no he caído en muchos nudos, prefiero el zigzageo y la cuesta arriba.
Alguna vez se suele pasar por un momento de circulo, en el que giramos tanto que obviamente nos liamos, pero también llega el momento en que encontramos el punto que te lleva a su tangente y hay que cogerle de la mano yaaaaaaa...
Para ELIZABETH, con buena cintura
Es que la verdadera inteligencia se demuestra caminando en zigzag ... cuando hace falta.
Para Oso cavernario, nada tangencial
A mi me gustaría ser tu diámetro... o tu radio... o tu volumen. Vamos, algo que esté en tu interior.
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