viernes, 8 de julio de 2011

Creencias


Creo en los hartos, no en los indignados.
Creo en dictaduras de libertad, no en democracias financiadas.
Creo en  lágrimas que mojan la piel, no en sonrisas de papel.
Creo en gestos sencillos, no en palabras amables.
Creo en presentes reales, no en bellos futuros.
Creo en lo que me haces sentir, no en lo que me dices.
Creo en pasiones sin adjetivos, no en sueños hermosos.
Creo en reacciones arrolladoras, no en alergias controladas.
Creo en el ser humano, no en el hombre.
Creo en ti sin mí, no en mí sin ti.
Creo en que quiero creer, no en que pueda creer.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos deberiamos creer en algo

Anónimo dijo...

Yo siempre he sido una incrédula, y es que no me creo nada, y todo y con eso, me llueven hostias de vez en cuando.
Besos

Anónimo dijo...

Creo en quien consigue acariciarme con palabras, sin siquiera conocerme.

A.

Ernesto Líneas dijo...

En eso consiste la volubilidad del ser humano: en creer en las caricias que se ven pero no se notan.